El cine dominicano
El cine quisqueyano vive en la actualidad un momento interesante. En los últimos años hemos visto varias películas locales nuevas, algunas las cuales han sido éxitos de taquilla de manera nacional. A pesar de este resurgir, el cine dominicano aún yace durmiente en comparación con el de otras naciones como India, Sudáfrica, y muchas otras del tercer mundo. ¿Qué causas podemos inferir nos limitan?
Comencemos por definir el cine dominicano. A mi entender, el público criollo entiende como cine dominicano aquellas incursiones que se dirijan a ellos directamente, filmado en el país con talento dominicano exclusivamente. ¿Consideraría usted como película dominicana una cinta rodada en St. Thomas por Ángel Muñiz, basada en un guión de Armando Almánzar, protagonizada por Gael García Bernal y Eva Longoria, producida por Jerry Bruckheimer? Hablemos de esto luego.
Un aspecto el cual creo limita nuestro cine es pensar que debe dirigirse exclusivamente a una audiencia dominicana. Esto no significa que el tema central de la película tenga que ser ajeno a nuestra cultura. En cambio, el enfoque dado al tema es el que debe ser universal, porque intrínsecamente, toda historia tiene temas universales, como el amor, el racismo, las situaciones sociales, etc. Expongo, de varios ejemplos el primero que surge en mi memoria, "El crimen del Padre Amaro". Se basa en un libro portugués escrito en 1875 extrapolado al año 2002 en México, manteniendo la esencia central de la novela, a la vez siendo un éxito de taquilla en México y recibiendo la distinción de una nominación a Mejor Película Extranjera en los 75os Premios de la Academia en 2003.
El capital disponible para realizar películas es otro bache que nos detiene. Es lógico pensar que el cine es un arte costoso (aunque existen casos excepcionales) que requiere de equipos y personal especializado. Encadenando esto, con la limitación en tamaño del mercado meta, reduce las posibilidades de recibir un ingreso en taquilla atractivo para los inversionistas. Aclaro, una película dominicana según la definición expuesta, tiene como mercado meta solamente cinco millones de espectadores y enfrenta la amenaza de la piratería. En cambio, una película con un enfoque más amplio, tiene oportunidad de ser adquirida por algún estudio o distribuidor internacional.
Ahora, por último, hablemos de nuevo sobre mi propuesta ficticia de cine; creo que se puede definir como cine dominicano. Fuese una película cuyo esfuerzo creativo estaría compuesto en gran parte por talento dominicano; la dirección y el guión son dos partes fundamentales de cualquier película. Utilizo el ejemplo anterior exclusivamente para ilustrar que entiendo que el esfuerzo creativo es el que define la "residencia", por así decirlo, de una película. Algunos argumentarían que el capital utilizado para realizarla definiría la residencia, tema el cual creo sirviera como base para ampliar esta discusión (ver nota).
En conclusión, una película, para ser dominicana, en mi opinión, no tiene que ser dirigida exclusivamente a un público dominicano, ni debe ser realizada solo por actores dominicanos, ni es obligatorio que fuese filmada en el país. Lo que realmente creo que determina la nacionalidad de una película es el talento y el esfuerzo creativo de los realizadores. ¿Qué necesitamos? Técnicos capacitados, disponibilidad de recursos (monetarios y en especie), y quizá un poco más de visión. A fin de cuentas, el cine es arte.
-Víctor J. Nicolás M.
NOTA
La "Academy of Motion Pictures Arts and Sciences" (AMPAS), quienes organizan los premios conocidos como "Oscars", en su Regla No. 14, para las premiaciones de 2006, define una película extranjera como una película producida fuera de los Estados Unidos con diálogos en idiomas diferentes al inglés. Como elegibles, solo califican: películas exhibidas en su país primero, por lo menos por siete días consecutivos, el diálogo debe ser en un idioma diferente al inglés y el país de origen debe certificar que el control artístico de la película haya sido ejercido por talento local. (http://www.oscars.org/79academyawards/rules/rule14.html)
Comencemos por definir el cine dominicano. A mi entender, el público criollo entiende como cine dominicano aquellas incursiones que se dirijan a ellos directamente, filmado en el país con talento dominicano exclusivamente. ¿Consideraría usted como película dominicana una cinta rodada en St. Thomas por Ángel Muñiz, basada en un guión de Armando Almánzar, protagonizada por Gael García Bernal y Eva Longoria, producida por Jerry Bruckheimer? Hablemos de esto luego.
Un aspecto el cual creo limita nuestro cine es pensar que debe dirigirse exclusivamente a una audiencia dominicana. Esto no significa que el tema central de la película tenga que ser ajeno a nuestra cultura. En cambio, el enfoque dado al tema es el que debe ser universal, porque intrínsecamente, toda historia tiene temas universales, como el amor, el racismo, las situaciones sociales, etc. Expongo, de varios ejemplos el primero que surge en mi memoria, "El crimen del Padre Amaro". Se basa en un libro portugués escrito en 1875 extrapolado al año 2002 en México, manteniendo la esencia central de la novela, a la vez siendo un éxito de taquilla en México y recibiendo la distinción de una nominación a Mejor Película Extranjera en los 75os Premios de la Academia en 2003.
El capital disponible para realizar películas es otro bache que nos detiene. Es lógico pensar que el cine es un arte costoso (aunque existen casos excepcionales) que requiere de equipos y personal especializado. Encadenando esto, con la limitación en tamaño del mercado meta, reduce las posibilidades de recibir un ingreso en taquilla atractivo para los inversionistas. Aclaro, una película dominicana según la definición expuesta, tiene como mercado meta solamente cinco millones de espectadores y enfrenta la amenaza de la piratería. En cambio, una película con un enfoque más amplio, tiene oportunidad de ser adquirida por algún estudio o distribuidor internacional.
Ahora, por último, hablemos de nuevo sobre mi propuesta ficticia de cine; creo que se puede definir como cine dominicano. Fuese una película cuyo esfuerzo creativo estaría compuesto en gran parte por talento dominicano; la dirección y el guión son dos partes fundamentales de cualquier película. Utilizo el ejemplo anterior exclusivamente para ilustrar que entiendo que el esfuerzo creativo es el que define la "residencia", por así decirlo, de una película. Algunos argumentarían que el capital utilizado para realizarla definiría la residencia, tema el cual creo sirviera como base para ampliar esta discusión (ver nota).
En conclusión, una película, para ser dominicana, en mi opinión, no tiene que ser dirigida exclusivamente a un público dominicano, ni debe ser realizada solo por actores dominicanos, ni es obligatorio que fuese filmada en el país. Lo que realmente creo que determina la nacionalidad de una película es el talento y el esfuerzo creativo de los realizadores. ¿Qué necesitamos? Técnicos capacitados, disponibilidad de recursos (monetarios y en especie), y quizá un poco más de visión. A fin de cuentas, el cine es arte.
-Víctor J. Nicolás M.
NOTA
La "Academy of Motion Pictures Arts and Sciences" (AMPAS), quienes organizan los premios conocidos como "Oscars", en su Regla No. 14, para las premiaciones de 2006, define una película extranjera como una película producida fuera de los Estados Unidos con diálogos en idiomas diferentes al inglés. Como elegibles, solo califican: películas exhibidas en su país primero, por lo menos por siete días consecutivos, el diálogo debe ser en un idioma diferente al inglés y el país de origen debe certificar que el control artístico de la película haya sido ejercido por talento local. (http://www.oscars.org/79academyawards/rules/rule14.html)